«Ya desahuciado
por los médicos, Brahms asistió a una audición de su Sinfonía número 4, en mi menor, en la Grosser Musikvereinssaal.»
«El
público premió la obra con aclamaciones y, cuando el director, Hans Richter,
señaló el palco en que se encontraba Brahms, estalló un verdadero pandemónium.»
«Todos
los asistentes se pusieron de pie, muchos se subieron a los asientos, gritando,
aplaudiendo y agitando pañuelos.»
«Las
mujeres lloraban cuando Brahms se adelantó, para inclinarse una y otra vez.
Aquel fue su último adiós.»
— Lili Foldes («Las dos pasiones de Johannes Brahms»)
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