«Para una mujer de la antigüedad, no existía un
lugar mejor que Egipto para vivir. Ya fueran miembros de la realeza o
pertenecieran al vulgo, las mujeres del Antiguo Egipto disfrutaban de más
derechos y facultades que las mujeres que vivían en Europa ya en el siglo XX.
Podían tener propiedades, divorciarse de sus maridos, vivir solas y hasta gobernar
como faraonas.»
(Tomado de un documental)