«Conozco más de un caso en que los miembros de un cuerpo médico han matado a personas condenadas a morir, irremediablemente, de una enfermedad incurable y penosa. Respeto esa actitud, pero dudo que se pueda hacer de la eutanasia una institución. Los humanos son tan débiles que el sobrino podría verse tentado a ofrecer la eutanasia a su querida tía María que sufre tanto que en el fondo no tiene ganas de vivir, mientras que él, el sobrino, podría hacer mucho bien gracias a los millones que heredaría...»
Konrad Lorenz
Tomado de: El futuro de la vida,
de Michel Salomon