En el siglo XIV, la civilización enfrentó una nueva amenaza. La muerte negra, la más mortal de las plagas, cegó millones de vidas a lo largo de Asia y Europa. En 1347 alcanzó el norte de África y Egipto. Los poetas de El Cairo describieron su llegada:
«No hay refugio posible de la plaga. Todos hemos sido afectados. La enfermedad se aloja en el pecho y licúa el hígado. Llegó a Egipto este año. Hizo a las personas perder los sentidos y el balance.»
— Millennium,
mil años de historia
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