Si se tiene a un robot trabajando 24 horas diarias, se nos ocurrirán cada vez más cosas para que las haga. Esto acarreará unas normas de decoración, estilo y servicio más elaboradas. Por ejemplo, lo que se considere un servicio de cena aceptable corresponderá a los niveles del restaurante más imaginativo o a los niveles pasados de moda del siglo XIX, de alguien que era muy rico.
La gente pregunta: «¿Qué sucederá cuando tengamos robots?»
Y éste es un símil muy bueno. Es decir, ¿qué hacían los ricos cuando tenían muchos criados?
— John McCarthy