«—¡Platero, amigo! —le dije yo a la tierra—; si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizás, olvidado? Platero, dime, ¿te acuerdas aún de mí?»
— Juan Ramón Jiménez